Por qué recostar a los pacientes de coronavirus sobre sus estómagos puede salvarles la vida
Colocar a los pacientes de coronavirus más enfermos sobre sus estómagos, lo que se denomina posicionamiento propenso, puede salvarles la vida y ayudarles a respirar.
Varios organismos como la Sociedad de Cuidados Intensivos (Reino Unido) y el servicio Northwell Health (el mayor proveedor sanitario de Nueva York), entre otros, ya están animando a utilizar esta técnica en enfermos de COVID-19 para aumentar la cantidad de oxígeno que llega a sus pulmones, ya sea de forma natural o asistida mediante respirador. "Estamos salvando vidas con esto", asegura la directora de esta última institución a la CNN.
Habitualmente, el doliente de coronavirus más grave muere del síndrome de dificultad respiratoria aguda, conocido como SDRA, por lo que cualquier atajo para salvar las dificultades respiratorias es bienvenido en los tratamientos de los enfermos. Tampoco es algo nuevo. Según demostraron varios médicos franceses en el New England Journal of Medicine (2013), la posición no sólo ayuda a la respiración, sino a mejorar otros tratamientos paralelos.
En los últimos meses se han multiplicado las prácticas de este ejercicio debido a los enfermos de coronavirus, sobre todo en Estados Unidos, y parece estar dando sus frutos, con tasas de saturación de oxígeno saltando hasta un 13% con sólo girar el torso del doliente. De media, los pacientes ventilados permanecen boca abajo unas 16 horas al día.
Y este tipo de pacientes no es cosa menor. Según estudios del London Imperial College y de las facultades de investigación de Oxford Medicine, hasta un 30% de los hospitalizados por COVID-19 podrían necesitar de respiración asistida o podría ayudar a su recuperación.
¿Pero por qué es tan efectiva? Especialistas en cuidados críticos aseguran que al reposar sobre el abdomen se permite que el oxígeno llegue más fácilmente a los pulmones; por contra, cuando se está recostado sobre la espalda el propio peso del cuerpo en efecto aplasta algunas secciones de las vías respiratorias.
Los datos están a su favor. Según una investigación de The Hospitalist, posicionamiento propenso disminuye los índices de mortalidad "de 28 días y de 90 días en pacientes con cuadros severos de síndrome de dificultad respiratoria aguda que necesitaban ventilación asistida".
Sin embargo, no todo es color de rosa. Los pacientes ventilados requieren más sedantes de lo habitual, por lo que podrían pasar más tiempo en el hospital o la UCI. Tampoco es una solución permanente, dado que los beneficios del posicionamiento se reducen a partir de la primera semana, según la European Respiratory Journal, y ni mucho menos es una técnica al alcance de cualquiera.
Precisamente Oxford Medicine es muy claro en este punto, y extrema las precauciones para ejecutar la posición: "Es cierto que el posicionamiento propenso no requiere la realización de ningún equipo especial, pero usarlo cuando no se debe podría aumentar significativamente las complicaciones potencialmente mortales para el paciente".
"Recomendamos que sólo lo realice el personal experimentado y capacitado para su diagnóstico", recuerdan desde la institución.
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