UE insta a limitar uso de insecticidas por riesgos a la salud
Las autoridades sanitarias europeas advirtieron este martes que dos
insecticidas, entre ellos un químico muy utilizado fabricado por Bayer, pueden
afectar el desarrollo del cerebro humano y deberían estar más controlados para
limitar la exposición humana.
Los productos -acetamiprid e imidacloprid- pertenecen a un tipo popular de
insecticidas denominado neonicotinoides, de los que se ha hablado recientemente
debido a su relación con la menguante población de las abejas. El imidacloprid
es uno de los insecticidas más usados en el mundo.
La Unión Europea votó en abril a favor de prohibir tres neonicotinoides
-entre ellos el imidacloprid, fabricado principalmente por Bayer - durante dos
años ante la preocupación por la seguridad y el medio ambiente.
El martes, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus
siglas en inglés) recomendó el martes bajar los niveles aconsejables de
exposición para los productos mientras se realizan nuevas investigaciones para
conseguir datos más fiables sobre la denominada neurotoxicidad del
desarrollo.
"Acetamiprid e imidacloprid pueden afectar negativamente el desarrollo de las
neuronas y las estructuras cerebrales ligadas con las funciones como el
aprendizaje y la memoria", dijo la EFSA en un comunicado desde su sede en
Roma.
"Algunos niveles de referencia actuales para una exposición aceptable al
acetamiprid y al imidacloprid pueden no ser suficientemente protectores para
salvaguardar de la neurotoxicidad del desarrollo, y deberían reducirse",
destacó.
Un portavoz de la Comisión Europea, que pidió a la EFSA que realizara la
evaluación, dijo que daría a Bayer y a los fabricantes del acetamiprid una
oportunidad para comentar el descubrimiento.
"En principio, el siguiente paso sería modificar los valores de referencia",
dijo el portavoz de salud de la Comisión Frederic Vincent, añadiendo que los
responsables de la UE comenzarían el proceso en una reunión en marzo.
Como respuesta, la división CropScience de Bayer dijo que no hay relación
entre el imidacloprid y la neurotoxicidad del desarrollo en humanos, y remarcó
que la EFSA ha basado su preocupación en un estudio de 2012 no concluyente que
utilizó tests en cultivos de células de ratas.
"La propia EFSA reconoce las limitaciones de esa publicación. Bayer
CropScience también ha evaluado la publicación y puede confirmar que se pueden
sacar pocas conclusiones de ella", destacó el comunicado.
Comentarios
Publicar un comentario