Piloxeo, una evolución de pilates, boxeo y danza
Durante una clase reciente de ejercicios en la sucursal Flatiron del club New
York Health & Racquet, unas 20 mujeres con guantes color de rosa, de medio
kilogramo, hacían rondas de ganchos, jabs laterales y elegantes juegos de
piernas antes de bajar la velocidad para hacer pliés y levantar las piernas.
Al final, se quitaron los guantes y sacaron las esterillas para hacer
ejercicios abdominales. Se escuchó música pop a todo volumen. Para terminar la
clase, la instructora Sabrina Nieves pidió a todas que gritaran el lema:
“Delgada, sexi, poderosa”.
Bienvenidos al Piloxeo, una clase de ejercicios, quizá insólita pero cada vez
más popular, que consiste, en parte, de Pilates (la rutina creada en los 1920
por Joseph Pilates de Alemania) y parte boxeo, con una pizca de danza. La parte
del boxeo es apropiada, aunque cualquiera lo suficientemente descarado como para
usar aunque sea una parte de la palabra “Pilates” en una rutina de ejercicios
que no se derive estrictamente de las enseñanzas del fundador podría saber que
provocaría un pleito, o al menos ataques abiertos.
“Es una especie de insulto”, dijo Alycea Ungaro, la dueña de Real Pilates en
Tribeca, quien ha impartido la disciplina durante más de 20 años. "No tengo
problemas en que la gente estudie Piloxeo si se quiere ser instructor de
Piloxeo. Si eso hace que salgas de la cama por la mañana, deberías hacerlo.
Sin embargo, para gente que se ha dedicado al oficio, llamarlo Pilates es
poco apropiado, y cuando gente del Piloxeo se presenta en un gimnasio de
Pilates, se siente confundida. Tienen expectativas que no podemos llenar".
Viveca Jensen, exbailarina de jazz convertida en instructora de Pilates,
quien su mudó a Los Angeles desde un pueblito cerca de Estocolmo hace 21 años,
creó el Piloxeo hace unos cinco años. Contó que tomó clases de boxeo para tener
fuerza y terminó juntando algunos movimientos con el Pilates porque le gustó la
idea de mezclar fuerza con feminidad. Dice que el levantamiento de piernas es su
creación e implica “Pilates de pie” y no se requiere usar el movimiento
abdominal básico (pero brutal) del Pilates, “los 100”.
“Al principio, la gente decía: 'Mm, eso no es Pilates’”, contó Jensen. “Pero
sí creo que Joseph Pilates lo aprobaría. Cualquier cosa que es buena va a
evolucionar. Yo quiero evolucionar, y las restricciones solo van a generar
restricciones en tu vida”.
Agregó: “Simplemente, no existe una sola forma de entrenar a la gente”.
En efecto, hoy hay 7,000 instructores de Piloxeo en 36 países, todos
certificados mediante los cursos de nueve horas de Jensen. En Estados Unidos,
los ejercicios son más populares en zonas suburbanas, aunque ha generado
seguidores en Los Angeles, donde las actrices Emmy Rossum, Kirsten Dunst y
Hilary Duff lo han probado, comentó Jensen.
En Nueva York, el Piloxeo se enseña en cuatro sucursales del club Health
& Racquet. Nieves, quien fuera instructora de kickboxing y entrenamiento
militar, introdujo el ejercicio a la cadena cuando se mudó a Nueva York de
Bergenfield, Nueva Jersey.
“El mercado y la profesión son mucho más competitivos aquí y yo quería tener
otro programa que me distinguiera”, dijo. “Tomé una clase de Piloxeo y me
enganché”.
Las clases convencionales de Pilates se ejecutan en una esterilla o un
reformador, y se utilizan poleas o resortes o el peso del propio cuerpo para
generar resistencia. El objetivo es tener un núcleo sólido, músculos magros y
mejores hábitos de respiración. En general, el ánimo es igual de serio que en el
cine de arte. “Con entrenamiento de fortaleza, me aburro mucho”, dijo Amber
Gray, una fotógrafa que asiste con regularidad a las clases de Nieves. “Si solo
es levantar las piernas una hora, quiero salir corriendo”.
Jennifer DeLuca, dueña de Body Tonic, un estudio de Pilates en Brooklyn,
estudió con Romana Kryzanowska, una discípula de Joseph Pilates. Comentó que se
da cuenta de que el Piloxeo es un buen ejercicio, pero no se lo debería
etiquetar como una forma de Pilates.
“No hay ninguna conexión entre mente y cuerpo, y Joe nunca habría querido
música”, dijo. “Solo parece una dama muy activa que trabaja para forjarse una
carrera. Estoy segura de que con lo que hace tiene unos glúteos muy firmes, y
mucha gente quiere glúteos firmes, pero llamarlo Pilates es una exageración”.
(Sin ninguna intención de albur.)
Pilates no es marca registrada. En 2000, un tribunal federal falló que el
término es genérico. Así es que nadie, entrenado o no, puede ofrecer clases
ostensiblemente para perfeccionar posiciones, o combinarlo con otros ejercicios
y ponerle algún nombre cursi.
“No quiero hacer 'Pilo boxeo’ ni 'Boxeolates’”, dijo Jensen sobre el nombre
de Piloxeo. “Me gusta la x en medio. Pensé en algo rudo”.
Erika Bloom, la dueña de Erika Bloom Pilates Plus en Manhattan, es más
purista.
“A mí me gusta que la gente supere la idea equivocada de que si haces
abdominales estás haciendo Pilates”, dijo. “Porque Pilates es todo un sistema
corporal. Demasiadas personas piensan que se parece al yoga con abdominales,
pero, de hecho, se trata de volver a marcar al cuerpo para construir músculo en
forma equilibrada”.
Jensen tiene un enfoque menos serio, aunque insiste en que el Piloxeo es
Pilates. “He hecho Pilates durante 12 años”, dijo. “Se trata de elongación,
equilibrio y flexibilidad, pero también podríamos bailar cha cha cha, porque
quiero que la gente se sienta femenina y se divierta. No es tan serio. Digo a
mover la canasta. Se trata de hacer ejercicio”.
Diferencias
PILATES Y PILOXEO.
PILATES Y PILOXEO.
Características
Las clases convencionales de pilates se ejecutan en una esterilla o un reformador, y se utilizan poleas o resortes, o el peso del propio cuerpo para generar resistencia y así tener un núcleo sólido, músculos magros y mejores hábitos de respiración.
Las clases convencionales de pilates se ejecutan en una esterilla o un reformador, y se utilizan poleas o resortes, o el peso del propio cuerpo para generar resistencia y así tener un núcleo sólido, músculos magros y mejores hábitos de respiración.
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