Hacé maravillas con tu boca
El sexo oral es una parte fundamental de la relación. Es lindo hacer que ellos disfruten, pero también aprender a pasarla bien nosotras al practicarlo. Una experta nos explica lo que se supone debemos saber hacer como los dioses, ¡pero nadie nos enseñó cómo!
El sexo oral, todo un tema. A ellos les encanta hacerlo y que se lo hagan. A nosotras, un poco menos. Ellos lo hacen porque les gusta, nosotras lo hacemos… ¡Porque está en el combo! Aprende a disfrutar haciéndolo, convertirte en una reina de la fellatio y sorpréndelo.
Hacerlo bien tiene dos secretos
El primero es el entusiasmo: si a vos te gusta practicarle sexo oral, seguro que sos buena haciéndolo. La mayoría de nosotras lo hace bien “de vez en cuando”, cuando somos “gauchitas”, pero si sacaran eso del “combo”, no lo extrañaríamos.
El segundo es algo más “técnico”: la respiración. Hay que inhalar y exhalar por la nariz, de esa manera evitamos atragantarnos y que nos den arcadas. Es la misma respiración que practicamos en las clases de canto, Pilates o yoga.
Versión de lujo: a veces se la merecen
En su cumpleaños, en un aniversario… Siempre vas a encontrar motivos tanto o más válidos que éstos para darle ese “regalito” a tu hombre. La de lujo se caracteriza por ser una actividad única, un regalo, no es recíproca, ni es un preliminar para una penetración posterior.
Paso a paso y en detalle
* Limpieza. Para tener ganas, la higiene es fundamental y necesaria. La solución es simple: así como seguramente vos estás bañada, perfumada y producida, pedidle lo mismo a él.
* La posición ideal. Lo ideal es que los dos estén cómodos. Podéis sentarte en una silla baja, en el borde de la cama o arrodillarte en el piso sobre un almohadón. En la cama, es casi imposible que estemos cómodas: nos molesta el brazo, el cuello, la cintura, el pelo, la cadenita del cuello… Pero, además, sólo si estamos cómodas podemos usar la boca y ambas manos con precisión.
Una vez que te acomodaste, lo primero que él tiene que entender es que a la mayoría no nos gusta que nos agarren la cabeza y nos empujen. En esta “versión de luxe” mandas vos, así que pedidle que se quede bien quietito y que haga lo que vos le indiques.
* Las manos. Acompañan, mejoran las sensaciones y multiplican el placer. Si están húmedas, ¡mucho mejor! El secreto está en hacer movimientos envolventes hacia arriba y hacia abajo. Una de las manos sostiene el miembro viril y la otra puede desplazarse pegada a la boca.
* Zona perineal. Es la zona que está entre los testículos y el ano. Lo ideal es acariciarlos ahí con presión, moviendo las yemas de los dedos en círculos y hacia delante y hacia atrás. No lo hagas suave, apenas rozando, porque les da cosquillas y se pierde el erotismo. Cuidado con las uñas si las tenéis largas.
* Los testículos. Aprovecha para acariciarlos. Si queréis dar un paso más, pregúntale: a algunos hombres les encanta y a otros les desagrada.
* La succión. Es muy importante porque provoca sensaciones muy intensas. Podéis mantenerla en todo momento o sólo al retirar la cabeza.
* Los dientes. A menos que a tu pareja le guste, evita morderlo. Es de lo que más se quejan.
* Sexo oral de exhibición. Igual que en las películas, es bien hot y muy estimulante. La posición no importa tanto, lo que importa es que mientras lo haces lo mires a los ojos. La mirada tiene una importancia sugestiva y hace la diferencia.
* La eyaculación. Charlen entre los dos y elijan la manera que le dé más placer a los dos.
Tips
- Pasa la lengua por tus labios antes de comenzar a practicarle sexo oral para humedecerlos y no lastimarlo a él.
- Míralo a los ojos exagerando el movimiento de tu lengua al hacerlo… ¡Le va a encantar!
- Si tomaste vino, tu boca estará seca. Toma un poco de agua o mastica un chicle antes de empezar.
- El sexo oral debe ir creciendo en intensidad, no en velocidad.
¿Te animas a ponerlo en práctica? Una idea… ¡Después podéis pedirle una devolución de favores!
Paola Kullock es autora del libro "Sexo, ¡ponle ganas!", de Ed. Aguilar, de donde se extrajo esta columna.
El sexo oral, todo un tema. A ellos les encanta hacerlo y que se lo hagan. A nosotras, un poco menos. Ellos lo hacen porque les gusta, nosotras lo hacemos… ¡Porque está en el combo! Aprende a disfrutar haciéndolo, convertirte en una reina de la fellatio y sorpréndelo.
Hacerlo bien tiene dos secretos
El primero es el entusiasmo: si a vos te gusta practicarle sexo oral, seguro que sos buena haciéndolo. La mayoría de nosotras lo hace bien “de vez en cuando”, cuando somos “gauchitas”, pero si sacaran eso del “combo”, no lo extrañaríamos.
El segundo es algo más “técnico”: la respiración. Hay que inhalar y exhalar por la nariz, de esa manera evitamos atragantarnos y que nos den arcadas. Es la misma respiración que practicamos en las clases de canto, Pilates o yoga.
Versión de lujo: a veces se la merecen
En su cumpleaños, en un aniversario… Siempre vas a encontrar motivos tanto o más válidos que éstos para darle ese “regalito” a tu hombre. La de lujo se caracteriza por ser una actividad única, un regalo, no es recíproca, ni es un preliminar para una penetración posterior.
Paso a paso y en detalle
* Limpieza. Para tener ganas, la higiene es fundamental y necesaria. La solución es simple: así como seguramente vos estás bañada, perfumada y producida, pedidle lo mismo a él.
* La posición ideal. Lo ideal es que los dos estén cómodos. Podéis sentarte en una silla baja, en el borde de la cama o arrodillarte en el piso sobre un almohadón. En la cama, es casi imposible que estemos cómodas: nos molesta el brazo, el cuello, la cintura, el pelo, la cadenita del cuello… Pero, además, sólo si estamos cómodas podemos usar la boca y ambas manos con precisión.
Una vez que te acomodaste, lo primero que él tiene que entender es que a la mayoría no nos gusta que nos agarren la cabeza y nos empujen. En esta “versión de luxe” mandas vos, así que pedidle que se quede bien quietito y que haga lo que vos le indiques.
* Las manos. Acompañan, mejoran las sensaciones y multiplican el placer. Si están húmedas, ¡mucho mejor! El secreto está en hacer movimientos envolventes hacia arriba y hacia abajo. Una de las manos sostiene el miembro viril y la otra puede desplazarse pegada a la boca.
* Zona perineal. Es la zona que está entre los testículos y el ano. Lo ideal es acariciarlos ahí con presión, moviendo las yemas de los dedos en círculos y hacia delante y hacia atrás. No lo hagas suave, apenas rozando, porque les da cosquillas y se pierde el erotismo. Cuidado con las uñas si las tenéis largas.
* Los testículos. Aprovecha para acariciarlos. Si queréis dar un paso más, pregúntale: a algunos hombres les encanta y a otros les desagrada.
* La succión. Es muy importante porque provoca sensaciones muy intensas. Podéis mantenerla en todo momento o sólo al retirar la cabeza.
* Los dientes. A menos que a tu pareja le guste, evita morderlo. Es de lo que más se quejan.
* Sexo oral de exhibición. Igual que en las películas, es bien hot y muy estimulante. La posición no importa tanto, lo que importa es que mientras lo haces lo mires a los ojos. La mirada tiene una importancia sugestiva y hace la diferencia.
* La eyaculación. Charlen entre los dos y elijan la manera que le dé más placer a los dos.
Tips
- Pasa la lengua por tus labios antes de comenzar a practicarle sexo oral para humedecerlos y no lastimarlo a él.
- Míralo a los ojos exagerando el movimiento de tu lengua al hacerlo… ¡Le va a encantar!
- Si tomaste vino, tu boca estará seca. Toma un poco de agua o mastica un chicle antes de empezar.
- El sexo oral debe ir creciendo en intensidad, no en velocidad.
¿Te animas a ponerlo en práctica? Una idea… ¡Después podéis pedirle una devolución de favores!
Paola Kullock es autora del libro "Sexo, ¡ponle ganas!", de Ed. Aguilar, de donde se extrajo esta columna.
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