Continuacion de la Alergia a la Leche parte (3/3)

¿Cuál es el tratamiento de la alergia a la leche?
La dieta de exclusión de la leche es el único tratamiento eficaz, probado hasta la actualidad, para todos los pacientes con alergia a la leche de vaca. Estos pacientes deben seguir una dieta exenta de leche de origen animal (vaca, cabra, oveja…) y de sus derivados; además deben abstenerse de productos que la contengan.
En niños con lactancia materna se aconsejará continuar con ella. Si el niño presentara síntomas con la leche materna, la madre deberá excluir también este alimento de su dieta. Si el bebé va a continuar con lactancia artificial, se recurrirá a fórmulas especiales de sustitución. Las fórmulas adaptadas de leche de vaca extensamente hidrolizadas (con las proteínas partidas) son bien toleradas por la mayoría de los niños con alergia a la leche. La hidrólisis extensa convierte las proteínas de la leche en pequeños péptidos que no son alergénicos. Se aconseja elegir aquellas con péptidos de peso molecular inferior a 5.000 daltons, y en casos de intensa sensibilización, por debajo de 1.000 daltons. Todos los hidrolizados y las fórmulas elementales participan de un sabor y olor desagradables, al que los niños, en poco tiempo, se acaban acostumbrando. Estos preparados son causa de cambios en el aspecto (color verdoso y consistencia semilíquida) de las deposiciones, que no reflejan alteraciones digestivas. En raras ocasiones, sobre todo en pacientes con intensa sensibilización o cuadros de mala absorción, hay que recurrir a fórmulas especiales compuestas de aminoácidos esenciales (unidades de las que se componen las proteínas). La experiencia es escasa con los hidrolizados de otras fuentes y no se aconsejan las fórmulas de soja en niños menores de 6 meses.
La dieta de evitación de leche debe extremarse en pacientes que muestren graves reacciones anafilácticas, que ponen en peligro sus vidas, y debe prestarse atención a la posibilidad de la existencia de alérgenos de la leche ocultos en otros alimentos.
 
¿Qué son los alérgenos ocultos?
La leche tiene un uso muy extendido y, en nuestros modelos gastronómicos, las proteínas de leche de vaca son un producto ubicuo. Además de su ingestión directa, o en forma de derivados lácteos, se emplea prácticamente en todos los productos de repostería y en muchas recetas culinarias de uso habitual (embutidos, salsas y alimentos preparados), que deben ser evitadas cuidadosamente por los pacientes. Además, forma parte como conservante de numerosos alimentos procesados.
Papillas de cereales y potitos con leche
Tabla 3. Dieta de exclusión de leche
Los alérgicos a la leche deben evitar la ingestión de:
Leche de vaca, cabra, oveja o cualquier otro animal
Fórmulas adaptadas de leche, leche condensada, leche en polvo o leche evaporada
Quesos frescos o curados, requesón, crema ácida de leche, mantequilla, nata o yogur de leche de cabra, vaca, oveja, búfala, etc.
Batidos, flanes, natillas, zumos con leche
Productos de pastelería y bollería: tartas, pasteles, galletas, magdalenas, donuts, etc.
Cereales procesados con productos o sólidos lácteos añadidos
Dulces: chocolate con leche, turrón, algunos caramelos, helados, etc.
Fiambres y embutidos: jamón o pavo cocido, patés, salchichas, salchichón, chorizo, lomo, etc.
Otros: diferentes alimentos como el pan, numerosas salsas y pastillas de concentrados de caldo, sopas preparadas y algunas conservas de legumbres
Deben evitar cosméticos y productos de higiene personal con leche:
Jabones y geles de baño
Cremas y lociones hidratantes
La lectura del etiquetado de los alimentos debe ser una norma para los individuos con alergia a la leche, y deben poner especial atención con el fin de evitar productos con los siguientes componentes, sobre todo en pacientes con reacciones alérgicas graves:
Leche, sólidos lácteos, caseína o caseinatos (H4511, H4512), suero de leche, lactoglobulina o lactoalbúmina y betalactoglobulina
Los aditivos E, 325, 326, 327, 472, 480, 481, 482, 575, 585, 966, con nombres que tienen la raíz lact-, como láctico, lactato, lactilato, lactona, lactitol, suelen ser sintéticos
Sus diferentes componentes se utilizan en las industrias agroalimentarias, químicas y farmacéuticas, en el polvo de los guantes de látex, e incluso en la industria textil —en la fabricación de ropa ecológica a base de fibra de caseína—.
La mayoría de los pacientes necesitan exposición a una cierta cantidad de leche (que es de declaración obligatoria en los alimentos manufacturados), para desarrollar síntomas. Sin embargo, un grupo de pacientes muy reactivos puede responder a cantidades muy pequeñas del alimento, a veces sólo por inhalación de vapores de leche o de queso, o por cantidades por debajo de lo establecido, para ser incluido en el etiquetado como ingrediente. Estos pacientes pueden reaccionar con alimentos que ni siquiera contienen leche en su composición pero que se han contaminado con sus proteínas en el proceso de fabricación o manipulación. Pueden acusar síntomas por el uso de utensilios de cocina y vajilla contaminados con leche.
 
¿Cómo se tratan los síntomas de la alergia mediada por IgE?
Todos los pacientes con alergia a la leche tienen que instruirse sobre los alimentos que no deben ingerir y la importancia de la inspección e interpretación del etiquetado, antes de ingerirlos.
Los pacientes anafilácticos (aquellos con reacciones graves) y sus familias deben ser informados de los riesgos de contactos inadvertidos, y entrenados en el tratamiento con adrenalina en autoinyección. En el caso de los niños, esta actitud debe extenderse a los cuidadores, profesores (en la escuela o guardería) y a su entorno familiar. Todas estas medidas deben estar incluidas en un plan de acción escrito para el tratamiento de las reacciones.
Las reacciones con prurito (picor) y/o eritema (enrojecimiento) o urticaria local por contacto suelen desaparecer en minutos tras el lavado de la zona, y no suelen precisar de otro tratamiento. Las reacciones con prurito y urticaria más extensa pueden tratarse con antihistamínicos del tipo H1 orales, en las dosis recomendadas según el peso del paciente. Para las reacciones que cursan con leve broncoespasmo (cierre de los bronquios) puede ser suficiente la administración de broncodilatadores en aerosol (salbutamol o terbutalina), 2-4 inhalaciones, que se pueden repetir en 20 minutos. Sin embargo, el tratamiento debe ser individualizado para cada paciente. Los pacientes alérgicos, que desarrollan la alergia con pequeñas cantidades de leche, pueden comenzar con síntomas leves, que aumentan en gravedad en pocos minutos y precisan de un tratamiento precoz para evitar el desarrollo de anafilaxia.
En reacciones con intensa dificultad respiratoria o con hipotensión (bajada de la tensión arterial), sensación de mareo o disminución de la conciencia, o en caso de reacciones generalizadas con participación de más de dos órganos o sistemas, la administración inmediata de adrenalina es imprescindible, y el único tratamiento que puede salvar la vida, mientras se traslada al paciente al centro sanitario más cercano.
¿Qué plan de introducción de alimentos debe seguirse en lactantes con alergia a la leche de vaca?
La mayoría de los niños puede tolerar la introducción de otros alimentos en la dieta, a partir de los cuatro meses de vida.
Hasta ahora, se aconsejaba retrasar la de los alimentos sólidos como medida preventiva en los niños con alergia a la leche de vaca. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la diversificación de la dieta se llevaba a cabo normalmente, según se acostumbra a hacer en el resto de la población, y no se ha observado ninguna diferencia en la evolución de la alergia a la leche, ni en la aparición de alergia a otros alimentos.
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Niño con reacción alérgica tras la ingestión de queso de cabra y oveja. El paciente no tenía alergia a leche de vaca y podía tomarla sin problemas. (Créditos, F. 88)
No hay evidencia de que la introducción precoz de otros alimentos altere la evolución de estos pacientes. Teóricamente pueden añadirse otros alimentos a partir de los 4 meses de vida. Pero es aconsejable la inclusión de cada nuevo alimento por separado, con intervalos de más de tres días.
¿Hay otros tratamientos para la alergia a la leche de vaca?
Se ha probado el tratamiento con otros medicamentos, como el cromoglicato oral o los antihistamínicos H1, para controlar las reacciones con leche de vaca, pero ninguno de los dos se ha mostrado eficaz.
En las últimas décadas se han llevado a cabo numerosas investigaciones sobre el tratamiento de la alergia a la leche de vaca a través de la modulación de la respuesta inmunológica del individuo frente al alimento, lo que se denomina desensibilización, inducción de tolerancia o inmunoterapia oral.
Otros tratamientos, como la terapia con anticuerpos monoclonales anti-IgE, se han demostrado eficaces, pero no definitivos; y se están ensayando como terapia combinada con la inmunoterapia para disminuir los riesgos de este tratamiento en individuos que muestran reacciones anafilácticas.
¿En qué consiste la inmunoterapia o inducción de tolerancia a la leche de vaca?
La inmunoterapia oral con leche consiste en la administración diaria de dosis pequeñas del alimento, por debajo del umbral de respuesta del individuo, que son incrementadas sucesivamente hasta conseguir la tolerancia a cantidades habituales. Así, se disminuye el riesgo de reacciones del paciente frente a la ingestión inadvertida del alimento, y se consigue en algunos casos la tolerancia completa. Este tratamiento se ha demostrado eficaz en el 80% de los niños con alergia a la leche; adelanta la instauración de la tolerancia en los niños con alergia transitoria, y aumenta el umbral de tolerancia en los niños con alergia persistente a la leche de vaca.
Su mecanismo de acción no está por completo establecido, pero la inducción de células reguladoras (unas células del sistema inmunitario) en la respuesta a la leche y la deleción o anergia (fallo de la respuesta) de las células respondedoras, parecen los mecanismos más evidentes en la inducción y el establecimiento de tolerancia.
A pesar de la eficacia demostrada con este tratamiento, aún no está exento de riesgo y sólo debe llevarse a cabo por especialistas. Son necesarias más investigaciones que proporcionen mayor seguridad a esta opción terapéutica.
¿Puede prevenirse la alergia a la leche de vaca?
Se ha valorado el efecto preventivo de la dieta exenta de leche de vaca durante el embarazo y la lactancia con objeto de prevenir la alergia a la leche. Sin embargo, no se ha encontrado evidencia sobre su efecto en el desarrollo de alergia a la leche de vaca en el niño. Existen trabajos de investigación que advierten sobre los efectos adversos de estas dietas en la nutrición materno-fetal. En la lactancia no se ha demostrado el efecto protector de la dieta exenta de leche sobre la sensibilización y desarrollo de alergia.
La prolongación de la lactancia materna con dieta exenta de leche, y posteriormente la alimentación con fórmula de hidrolizado (proteínas de leche partidas) extenso no se ha probado eficaz, y debe restringirse a casos especiales con riesgos asociados por patología digestiva coincidente.
La utilización de las fórmulas hipoalergénicas (HA) no está justificada en el tratamiento ni en la prevención de la alergia a la leche de vaca.

Fuente: Dra. María Flora Martín Muñoz

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