¿Cómo se trata la apnea del sueño?

La apnea del sueño se trata con cambios en el estilo de vida, dispositivos bucales, dispositivos respiratorios y cirugía. Normalmente no se usan medicinas en el tratamiento de esta enfermedad.
Los objetivos del tratamiento de la apnea del sueño son:
  • Restablecer la respiración uniforme durante el sueño
  • Aliviar los síntomas, como los ronquidos fuertes y la somnolencia durante el día
El tratamiento puede mejorar otros problemas de salud relacionados con la apnea del sueño, como la presión arterial alta. También puede disminuir el riesgo de sufrir enfermedad coronaria, derrame cerebral y diabetes.
Si usted tiene apnea del sueño, pregúntele a su médico o a su especialista del sueño qué alternativas de tratamiento son las más adecuadas para usted.
Los cambios en el estilo de vida o los dispositivos bucales pueden ser suficientes para aliviar la apnea leve del sueño. Las personas que tengan la forma moderada o grave de la apnea del sueño pueden necesitar dispositivos respiratorios o cirugía.
Si continúa sintiendo sueño durante el día a pesar del tratamiento, el médico puede preguntarle si está durmiendo suficientes horas. (Los adultos deben dormir entre 7 y 8 horas como mínimo; los niños y adolescentes necesitan dormir más. Si desea más información sobre este tema, consulte el artículo “Sleep Deprivation and Deficiency” de Temas de salud [en inglés]).
Si el tratamiento y el sueño suficiente no alivian la somnolencia durante el día, el médico pensará en otras alternativas terapéuticas.

Cambios en el estilo de vida

Si usted tiene apnea leve del sueño, es posible que el único tratamiento que necesite sea hacer unos cambios en sus actividades o hábitos diarios.
  • Evite el alcohol y las medicinas que le produzcan sueño, ya que le dificultan a la garganta mantenerse despejada durante el sueño.
  • Baje de peso, si tiene sobrepeso o es obeso. Incluso una disminución leve del peso puede mejorar los síntomas.
  • Duerma de lado en vez de dormir boca arriba para mantener la garganta despejada. Puede dormir con almohadas especiales o camisas que le impidan dormir sobre su espalda.
  • Mantenga las vías nasales despejadas por la noche con atomizadores nasales o medicinas para la alergia si es necesario. Pregúntele al médico si estos tratamientos pueden servirle.
  • Si fuma, deje de hacerlo. Pregúntele al médico acerca de programas y productos que le ayuden a dejar el hábito.

Dispositivos bucales

Estos dispositivos o prótesis bucales pueden servir para algunas personas que sufren apnea leve del sueño. El médico también le puede recomendar estos dispositivos si usted ronca fuertemente pero no tiene apnea del sueño.
El odontólogo o el ortodoncista le puede hacer un dispositivo bucal de plástico que sirva para el tratamiento de la apnea del sueño. (El ortodoncista es el especialista que corrige problemas de los dientes o de la mandíbula). El dispositivo ajusta la mandíbula inferior y la lengua para mantener despejadas las vías respiratorias durante el sueño.
Si usted tiene un dispositivo bucal, avísele al médico si siente molestias o dolor cuando lo usa. Es posible que necesite consultas periódicas para que el médico pueda ajustar el dispositivo de modo que le quede a la medida.

Dispositivos respiratorios

La presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por su sigla en inglés) es el tratamiento más frecuente para la apnea del sueño entre moderada e intensa en adultos. El equipo de CPAP tiene una mascarilla que cubre la boca y la nariz, o solo la nariz.
El equipo envía aire suavemente a la garganta. La presión del aire ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño.
El tratamiento de la apnea del sueño puede servirle para dejar de roncar. Sin embargo, haber dejado de roncar no quiere decir que usted ya no sufra apnea del sueño ni que pueda dejar de usar la CPAP. La apnea del sueño volverá a ocurrir si se suspende la CPAP o no se usa correctamente.
Por lo general, un técnico irá a su casa a llevar el equipo de CPAP. El técnico instalará el equipo y lo ajustará según las indicaciones del médico. Es posible que después de la instalación inicial haya que ajustar el equipo de vez en cuando para obtener los mejores resultados.
El tratamiento con CPAP puede causar efectos secundarios en algunas personas. Entre estos efectos están: sequedad o congestión nasal, irritación de la piel de la cara, resequedad en la boca y dolores de cabeza. Si el equipo de CPAP no está bien ajustado usted puede sentir molestias y llenarse de gases cuando esté usando la mascarilla.
Si la CPAP produce efectos secundarios, colabore con el especialista del sueño, su personal de enfermería y el técnico del equipo de CPAP para tomar medidas que disminuyan estos efectos secundarios.
Las medidas pueden consistir en ajustar los controles del equipo de CPAP o el tamaño o ajuste de la mascarilla, o en agregar humedad al aire que fluye por la mascarilla. La nariz seca, tapada o congestionada se puede aliviar con un atomizador nasal.
Hay muchos tipos de equipos y mascarillas de CPAP. Dígale al médico si no está satisfecho con el que está usando. El médico puede sugerirle que cambie a otro tipo que funcione mejor en su caso.
Por lo general, las personas con síntomas de apnea intensa del sueño se sienten mucho mejor cuando comienzan el tratamiento con CPAP.

Cirugía

Algunas personas con apnea del sueño se pueden beneficiar de la cirugía. El tipo de cirugía y el efecto que ésta tenga dependen de la causa de la apnea del sueño.
La cirugía se realiza para ensanchar las vías respiratorias. Por lo general consiste en encoger, tensar o retirar el exceso de tejido de la boca y la garganta, o en reacomodar la mandíbula inferior.
La cirugía para encoger o tensar el exceso de tejido de la boca y la garganta se realiza en el consultorio médico o en un hospital. Para encoger el tejido se pueden usar inyecciones pequeñas o tratamientos distintos del tejido. A veces se necesitan varios tratamientos para encoger el exceso de tejido. Para tensar el exceso de tejido, el médico hace un corte pequeño en el tejido e inserta un trozo de plástico rígido.
La cirugía para retirar el exceso de tejido se realiza en un hospital. Usted recibe unas medicinas que le hacen dormir durante la cirugía. Después de la cirugía puede tener dolor de garganta durante 1 o 2 semanas.
En algunos niños puede ser muy útil retirar las amígdalas, si estas bloquean las vías respiratorias. El médico de su niño puede aconsejar esperar un tiempo para ver si estos tejidos se encogen por su cuenta. Esto sucede con frecuencia cuando los niños crecen.

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